Los conceptos y las palabras no son siempre transparentes ni permanecen fijos a través del tiempo y las culturas; en otros términos, el lenguaje tiene su historia, su genealogía, sus mutaciones y resignificaciones. Parece claro que estas transformaciones varían, no solo de tiempo en tiempo, sino también de cultura en cultura.
Ahora bien, si es así, entonces el estudio genealógico y analítico del vocabulario político de un
pueblo equivale a indagar en lo más profundo de su mentalidad política. Y ese es,
precisamente, el tipo de indagación que se pretende hacer aquí; al menos a la manera de un
esbozo, tomando como guías ciertos términos y conceptos muy centrales del vocabulario
político argentino: revolución, federalismo, progreso, liberalismo, conservadorismo,
nacionalismo e izquierda.
Aunque este trabajo pueda parecer un libro sobre historia política o sobre historia del pensamiento político argentino, no es eso lo que pretende. Naturalmente, también puede
leerse en esa clave, pero lo que intenta hacer, ante todo, es lo que reza su título: una genealogía y una crítica del lenguaje político argentino. Se trata más de un ensayo de teoría
política que uno de historia. La intención radica en extraer las tendencias y los supuestos
subyacentes de la política actual.