el último tercio del siglo dieciocho, cuando fue evidente el efecto de la plata de América y las oportunidades para los inversionistas europeos, se hicieron visibles las amplias ramificaciones del llamado “Intercambio Colombino”. Fue entonces cuando el abate Raynal pudo, junto con Adam Smith en La Riqueza de las Naciones, hacer eco a López de Gómara en cuanto a que “el descubrimiento de América [y del paso a las Indias Orientales] son los dos acontecimientos más grandes e importantes registrados en la historia de la humanidad”. Hoy el temor y el drama de la temprana Am