Debemos reiterar que la clasificación y el diagnóstico psiquiátricos son agentes activos en el seno del dispositivo psi: no son actos “científicos”, “objetivos”, sino postulaciones dotadas de una significación moral y política que operan al margen de la conciencia o inconciencia de quienes las efectúan. Los agentes que funcionan dentro del dispositivo de la salud mental “no saben lo que hacen” en la medida en que se perciben a sí mismos como técnicos que utilizan las herramientas que se les han asignado sin cuestionar las condiciones sociales de esa aplicación y su lugar en el dispositivo. Casi siempre los funcionarios psi piensan y sienten que actúan como operarios formados por la universidad que cumplen buenamente con el trabajo que se les encomienda y aplican conocimientos respaldados por investigaciones y por autoridades competentes que sancionaron por adelantado los procedimientos usados para diagnosticar: la entrevista, los cuestionarios y las pruebas de personalidad y para tratar a los “pacientes”: internamientos voluntarios o no, psicoterapias, psicofármacos, procedimientos cognitivo-conductuales, incluso psicoanálisis ordenado como “tratamiento”.