Mientras que para una persona mejorar su salud mental sea no usar las redes sociales por la noche y acostarse antes, para otra puede ser dejar de comprobar hasta diez veces cada uno de los grifos de su casa cuando sale a la calle para calmar su temor irracional a inundar el apartamento con su mascota dentro (síntomas propios de un trastorno obsesivo-compulsivo). El nivel de sufrimiento y las estrategias para resolver estas dos situaciones son incomparables; sin embargo, nos referimos a las dos como «salud mental».