¿Qué mujer no sentiría calor y se ruborizaría si Titus Alexander la miraba así?
Roxanne Carmichael había formado parte de un grupo musical de gran éxito y estaba acostumbrada a que la mirasen miles de ojos, pero en esos momentos en los que se dedicaba a fregar suelos una mirada condescendiente del duque de Torchester era suficiente para hacer que le ardiese la sangre de ira… ¡y de atracción!
Titus no soportaba a las personas mentirosas y nunca bajaba la guardia, pero su nueva sirvienta estaba haciendo que su autocontrol se tambalease con sus increíbles piernas y su traviesa boca. Titus sabía que solo había una manera de sacársela de la cabeza, y era metiéndola en su cama.