Matadero cinco

Era absolutamente necesario recurrir a la crueldad porque Billy no hacía nada por salvarse. Billy quería abandonar. Tenía frío, hambre y vergüenza, y era un inútil. Después de esos tres días, apenas sabía si estaba despierto o dormido, y tampoco veía muchas diferencias entre andar o estar quieto.

cuando una persona muere solo aparenta morir. Sigue viva en el pasado, así que es una tontería que la gente llore en su funeral. Todos los momentos, pasados, presentes y futuros, han existido siempre y siempre existirán.

Apenas hay personajes en esta historia, y casi no hay enfrentamientos dramáticos, porque la mayoría de las personas que aparecen en ellas están enfermas y son los juguetes indiferentes de fuerzas inmensas.

La falsedad más destructiva es que cualquier estadounidense tiene muy fácil ganar dinero. No reconocen lo difícil que es en realidad ganar dinero, y por tanto los que no lo tienen se culpan a sí mismos una y otra vez. Esta culpa interior ha sido una enorme ventaja para los ricos y poderosos, que tienen que preocuparse menos por sus pobres

—Qué agradable... no sentir nada, y al mismo tiempo tener todo el mérito de estar vivo.

A Billy lo alteraba simplemente por ser su madre. Hacía que se sintiera avergonzado y desagradecido y débil porque ella se había tomado muchas molestias por traerlo a la vida y por mantenerlo con vida, y a Billy la vida no le gustaba nada.

Y así lo entendí. Era la guerra lo que la había enfadado tanto. No quería que sus críos ni los de nadie muriesen en la guerra. Y pensaba que los libros y las películas favorecían en parte las guerras.

Como traficante de momentos culminantes, emociones, caracterizaciones, diálogos maravillosos, intrigas y enfrentamientos, había bosquejado lo de Dresde muchas veces.

al poco tiempo llegó la primavera.

murió de las arcadas, después de que le ordenaran bajar y trabajar con ese hedor. Se destrozó vomitando una y otra vez.