120 días de Sodoma

muy glotona, inclinada a las borracheras, poco virtuosa y creo que, si se hubiese atrevido, el puterío no la hubiese asustado.

¿Pero es que nos incumbe escrutar las leyes de la naturaleza, debemos decidir nosotros si, el vicio siéndole tan necesario como la virtud, no nos inspira quizás en igual proporción la inclinación hacia uno u otra en razón de sus necesidades? Pero prosigamos.

el secreto de enriquecer a una enorme cantidad de sanguijuelas

- Augustine -dijo Durcet-, sirve leche

nso como él -dijo D

Las orgías fueron como de ordinario, y se acostaron. Aun estando Adélaïde tan lisiada, e

Cada uno de nuestros malvados, excitados por aquella escena, se hacía masturbar, mientras la

altaban seis dientes y un ojo. Tal vez sepamos qué clase de

un nuevo océano de errores y crímenes. Se hizo buscar víctimas por todas partes para inmolarlas a la perversidad de sus gust

La sociedad disponía de una bolsa