Ese capítulo lo tituló «Sobre la necesidad metafísica del hombre». Expresión de nuevo interesante porque sugiere que la metafísica es una aspiración tan elemental como las necesidades corporales del alimento o la bebida. Schopenhauer escribe en latín animal metaphysicum, y explicita su fórmula subrayando la capacidad propiamente humana de asombrarse