La línea de nuestra revista ha sido clara: reflexionar, junto con el gran público, en torno a la liberación de cuanto oprime al ser humano, a debate abierto. Hemos recorrido una amplia gama de temas, atendiendo a diversos tipos de fenómenos, por asombrosos, terribles, amargos, placenteros o sutiles que sean, y tratando de encontrar los caminos de liberación. O sea, que las conferencias, iniciadas en 1985, y la revista, nacida en 1992 tomaron decididamente el camino de la teología (TL) y filosofía (FL) de la liberación. De hecho éste fue el tema del primer ciclo, 1985, como quien apunta de salida al horizonte en que nos moveríamos. En esos tiempos álgidos, los pensadores europeos veían a los pensadores latinoamericanos como maquiladores intelectuales de ellos; pero no tardaron mucho en aceptar y seguir esa línea. Los grandes opresores se indignaron; pensaban tener seguros los bienes de esta vida, y con su ayuda económica a las instituciones eclesiásticas tenían asegurados los bienes eternos. Según TL.FL los opresores ni tenían ni eran dueños de los bienes de esta tierra ni llegarían a obtener los eternos. Hemos seguido siempre la misma línea, porque, como dijo Jon Sobrino, no, importa si la teología de la liberación está viva o no; lo que importa, es que sigue habiendo injusticia. Cf. TL y sus críticos (1994; 12). Xipe Totek no actuó aislada. Hubo y sigue habiendo apoyo, inspiración y colaboración de muchas personas e instituciones.