—Te miro, cielo, y deseo tenerte con todas mis fuerzas. Quiero estar contigo, escucharte, hablar contigo. Quiero oírte reír y abrazarte cuando llores. Quiero sentarme a tu lado, respirar el mismo aire, compartir contigo la vida misma. Quiero despertarme contigo así todos los días de mi vida. Quiero tenerte.