Descartes en 90 minutos

«seguir mis pensamientos hasta donde me quieran conducir»

muy engañado que yo esté en mis ideas acerca de mí mismo y del mundo, hay una cosa que es innegable: estoy pensando

En una prosa sorprendentemente fría sigue y describe cómo nos es posible, por medio de una duda persistente y decidida, destruir nuestra fe en todo lo que compone el mundo que nos rodea. Nada permanece seguro. Todo el universo, nuestra misma individualidad, hasta nuestra propia existencia, podrían no ser sino un sueño.

Con mucho, la mejor parte del Discurso del método es su relativamente breve introducción, donde se bosquejan las ideas esenciales de sus pensamientos, ideas que habían de cambiar el curso de la filosofía y que Descartes expone de manera comprensible y de fácil lectura

Según Descartes, la mente y el cuerpo actúan recíprocamente en la glándula pineal

sustancias: la mente y la materia. La mente era inextensa e indivisible mientras que la materia era extensa, divisible y obedecía las leyes de la física, todo lo cual significaba que nuestra mente incorpórea estaba alojada en un cuerpo mecánico

mayor dicotomía que perseguía a Descartes estaba en su misma filosofía, en cuanto que veía al mundo como consistente en dos tipos

Una vez establecidas las reglas para el buen funcionamiento de la mente, Descartes dirigió la mirada hacia el mundo exterior y dedicó los tres años siguientes a escribir un Tratado sobre el universo,

Definía la intuición como «la concepción, sin ninguna duda, formada por la sola luz de la razón, de una mente atenta y clara», mientras que la deducción era «la inferencia necesaria a partir de otros hechos que son conocidos como verdaderos

primero que adoptar un método adecuado para pensar. Este método consistía en seguir las dos reglas de operación mental siguientes: intuición y deducción.