Arquitectura de siglo XX

La arquitectura moderna se ve en el mismo dilema que la pintura y la escultura: debe unificar el nuevo mundo de la máquina y la industria de consumo con los secretos resortes de la sensibilidad humana.

Bien es cierto que existen obras que son más bellas que útiles y otras que son más funcionales que formales. Pero esto no quiere decir que no haya que considerar ambos valores en todas ellas, sobre todo cuando estamos contemplando una obra de arte.

Si queremos hacernos una idea rápida y certera de lo que es una época desde el punto de vista de su arte y su sensibilidad, debemos volver nuestra mirada hacia las producciones arquitectónicas.

La arquitectura es un arte cargado de técnica y de utilitarismo, que depende mucho más de las necesidades materiales del hombre que la pintura o la escultura,

Un hombre nuevo necesita un espacio nuevo, un espacio adaptado a sus posibilidades, que siempre son otras y distintas de las del hombre anterior.

artesano o industrial busca, sobre todo y ante todo, la utilidad, la función.

obra artística es predominantemente bella, ingeniosa, original.

Henri Sauvage estuvo decididamente preocupado por la función social que la arquitectura debía proponerse. Construyó muchos barrios obreros, y en 1911 hace una obra sumamente original: un edificio de la calle Vavin, de viviendas escalonadas en terrazas sucesivas,

Si volvemos la vista atrás, vemos que el arte que mejor define una época es la arquitectura: las pirámides, el zigurat, el templo griego, la catedral medieval, la iglesia renacentista o el palacio italiano, la espectacular basílica barroca etc...

La arquitectura es un arte cargado de técnica y de utilitarismo