Las pequeñas gemelas berlinesas nos permiten asistir —desde una perspectiva que no juzga— a la inquietante evolución de una relación de pareja, la de su madre, en un recorrido que va desde el gozo de una historia de cuento de hadas hasta la perturbadora sordidez a que conducen las carencias soterradas y las expectativas desmedidas, tanto de su madre como de su pareja. El relato a dos voces de Lili y Marlene plantea al lector las mismas preguntas difíciles, incómodas de responder, que ellas se hacen desde la ingenuidad, acerca de nuestras fantasías sobre el “amor verdadero” y de la incapacidad de poner límites, donde a pesar de todo, no hay ni víctimas ni verdugos.