¿Puede Simón, un escultor de conocida adscripción republicana, vivir una experiencia transformadora tras salir de la cárcel en la España de 1940? A punto de morir a causa de una vieja herida de guerra, Ana -su mujer— consigue de un antiguo amigo, ahora en el gobierno de Franco, que lo envíen a un pueblecito de Montes de Toledo a restaurar una antigua esfinge, parcialmente destruida por los bombardeos de la contienda. Aturdido por la soledad y la pobreza, accede en agradecimiento a Ana, a pesar de tratarse de una tarea de canteros.
En el pueblo vivirá las dos caras de la existencia en años de tensos silencios: por un lado, la amenazante hostilidad de algunos del bando vencedor; por otro, la proximidad de quienes no han cambiado con las desventuras de la guerra. Y entre ellos, conocerá a dos seres extraños y apacibles que contribuirán a dar un giro inesperado y definitivo a su vida: Fidel, un muchacho apenas adolescente que se convertirá en su ayudante, y Asunta, una misteriosa y solitaria mujer mucho más joven que él, que vive con su asistenta en la Casa Alta de Amón, el hogar apartado y tranquilo de sus antepasados. Descendiente del hombre que mandó construir la esfinge cien años antes, ayudará a Simón a inspirarse para dar con el primitivo rostro de esta, del que no se guardan esquemas ni fotografías, mientras ambos se dejan llevar por una ambigua relación de amistad y amor que irá cambiando la percepción que el escultor tiene del mundo, sin llegar a darse cuenta del terrible secreto que en ella se esconde. Un trágico suceso le hará tomar una decisión sin precedentes en su vida.