¡oh Patroclo!, se vio claramente el final de tu vida:790
porque Febo a tu encuentro salió en el terrible combate
furibundo; pero él no lo vio entre la turba avanzando
porque estaba cubierto por una neblina muy densa.
Se le puso detrás y golpeando con la mano abierta
sus espaldas y sus anchos hombros, turbole los ojos.795
Febo Apolo después despojó a su cabeza del casco,
cuya larga cimera produjo un gran ruido al pisarla
con sus cascos los potros, y sucio de polvo y de sangre
quedó el bello penacho.