Humillados y ofendidos

La amaba de un modo tormentoso

Él, sin embargo, no se daba cuenta de nada de eso.

o soy un místico; apenas creo en premoniciones y augurios; sin embargo,

. El perro, después de dar dos o tres vueltas en el sitio, se tumbaba con aire sombrío a sus pies, metía el hocico entre sus botas, lanzaba un profundo resuello y, tendiéndose cuan largo era en el suelo, se quedaba también inmóvil toda la velada, como sin vida.

En principio, deseaba un piso independiente, que no tuviera que compartir con otros inquilinos, aunque me habría conformado con una habitación, la cual tendría que ser grande, así como lo más barata posible, claro está. Había observado que en un alojamiento estrecho hasta las ideas se constriñen.

que quiero decir es que seré como todos los demás... me refiero a los que tienen una familia. Viviré de mi trabajo. Natasha dice que eso es mucho mejor que vivir a expensas de otro, como hacemos todos los de mi clase. ¡Si supiera usted los buenos consejos que me da! A mí nunca se me habría ocurrido; es que yo me he criado de otra forma, no me han educado así.

nadie le gustan las ataduras, a mí la primera. Pero, de todos modos, me alegra ser su esclava, su esclava voluntaria, y ¡consentírselo todo, todo, con tal de que esté conmigo, con tal de que me mire! Creo que hasta le dejaría amar a otra mujer, con tal de que fuera en mi presencia, de que yo estuviera a su lado... ¿Verdad que es una bajeza, Vania?

sabes: los poetas, según dicen, suelen ser pálidos y con cabello largo, y tienen algo en los ojos... Como Goethe o alguien así...

tuyo es algo más sencillo, más comprensible. Precisamente por eso me gusta, ¡porque resulta más accesible! Es más próximo; como si me hubiera sucedido a mí mismo todo eso. Después de todo, ¿de qué sirve lo elevado? Yo mismo no lo habría entendido. E

in embargo, no dejan de ser versitos y nada más; es algo tan efímero.