En el primer mes de 2023, comienza a parirse editorialmente este séptimo hijo de papel, Lobizón según atiné en llamarlo, una mixtura de enfermedad, guerra y justicia.
El dramatismo de una pandemia mortal, sólo pospuso los instintos más primarios de un animal confundido, el hombre, que volvió por sus fueros para promover una guerra tan inexplicable como mortal.
Entre una y otra, supimos necesario que la justicia, la imperfecta pero imprescindible justicia humana, debía prodigar sus oficios para hacer la vida un poco más equitativa y menos opresora.
Entrego a mis lectores, para el recuerdo de tiempos difíciles, un archivo de la memoria colectiva, con el declarado objetivo de sumar experiencias que nos sirvan para ser mejores.