Entendí que había muchos tipos de familia. Desde luego no tienen que ser papá, mamá e hijos.
Eso sucedía entre ellos dos, pero lo que nos unía a todos los demás era algo diferente y nuevo para mí: nos unía la supervivencia.
Todos buscábamos sobrevivir costara lo que costara: mintiendo, engañando o robando. Dominaba, como dicen, la Ley de la Selva… o mejor dicho, la Ley de la Basura.