Luis Jorge Boone

Suelten a los perros

  • Ana Saenzцитиравчера
    No habrá ya quien cuente nada, ni tampoco a quien contar. El mundo será un archivo en sí mismo. Mudo. Inmóvil. Fragmentado. Almena conocerá el futuro, la apariencia última de sus deseos. En un cajón encontrará un montón de desechos, papeles sin color, consumidos. Cien nadas; una y la misma. Cien fotografías, todas muertas, iguales.
  • Ana Saenzцитиравчера
    El archivo no cuenta nada. Entrega su material, en bruto, sin pulir, arteramente. Un golpe de datos inexplicados, por eso se digiere con penas y dificultades. Hematomas. Las historias sin contar se convierten en moretones sobre la piel de la experiencia.
  • Ana Saenzцитиравчера
    # 81. Papeles impresos de distinta naturaleza. Volantes, periódicos, fotocopias, páginas de libros. Amarillentos, rotos, quebradizos, arrugados, extendidos y pegados a una pared pálida. Todas las letras están corridas, desvanecidas, ilegibles. Hojas manuscritas, envolturas, pedazos de origen incierto.
  • Ana Saenzцитиравчера
    Las historias tardan siempre. Se enredan unas con otras. Una se deshila en muchas, muchas se trenzan en una. Una trama por cada vacío que intentamos rodear, aprisionar débilmente.
  • Ana Saenzцитиравчера
    La experiencia humana consiste en unir los puntos y rellenar espacios.
  • Ana Saenzцитиравчера
    La historia, para entenderse, necesita ser contada. Lleva tiempo. El archivo, en cambio, existe para no terminar de hacer su aparición. Alimenta lo que le es ajeno, desde la sombra. Esa experiencia carece de tiempo.
  • Ana Saenzцитиравчера
    Las historias toman demasiado tiempo. El archivo, en cambio, es inerte. No relata. Apenas alcanza a sugerirnos desesperación. Hay mucha en el acto de intentar organizar la nada.
  • Rafael Ramosцитирапреди 5 дни
    La solté desde arriba, sin apuntar. Le atiné; fue un error.

    La cosa empeoró. Fue como se le hubiera prendido fuego. Se retorcía y chillaba con más ganas. Me volví a asomar. Nada más la cabeza le quedaba libre. Era enorme; me pareció más grande que la primera vez que la había visto. ¿Estaría creciendo del puro coraje, como Hulk? Se movía con sus últimas fuerzas para tratar de zafarse. Estaba asustadísima. Igual que yo, o me ganaba. Ahora sí era a muerte. Los chillidos desesperados no paraban. Qué hago. Qué chingados hago.
  • Rafael Ramosцитирапреди 5 дни
    Lo que hice no fue por empatía, sino por hartazgo, dos caminos para llegar a la misma actitud budista.
  • Rafael Ramosцитирапреди 5 дни
    Si el renegado de Mahoma no va a la montaña… Será bendecido con toneladas de roca cayéndole al cantón. Al menos en los dichos, los dioses y los santos son bien rencorosos.
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