Tierra de amor y ruinas

He estado dibujando para entretenerme. Tratando de dibujar una casa. También he intentado dibujar un orden social, un vínculo orgánico entre conjuntos independientes

Es en tales crisis cuando un nuevo período de ruptura y renacimiento parece más próximo que nunca.

Al fin y al cabo, cuando intentas acercarte a la divinidad que llevas dentro, si es que llevamos alguna, lo mejor es cortar todos los cordones umbilicales.

Él está impaciente por terminar un libro de Thomas Bernhard sobre un hombre que tiene una novela entera en la cabeza y espera a tener la tranquilidad necesaria para ponerse a escribirla. ¿Lo consigue? No, los años pasan mientras su mujer teje y desteje un guante sin cesar hasta que su marido la mata.

Me han venido a la cabeza dos palabras: «tranquilidad» y «tierra

He tardado en confiar en el silencio que había entre nosotros y convencerme de que no era el resultado de una falta de conexión.

Mientras estaba acuclillada, una perdiz ha pasado volando por encima de mi cabeza y me he sentido indefensa. Daba vueltas graznando muy cerca de mí. Me siento tensa, acabo de abandonar el alboroto de la ciudad y apenas sé lo que significan las cosas.

Pero es verdad que uno tarda en limpiarse la vergüenza y la suciedad primitivas. En cuanto se abre tu corazón, los residuos fluyen de él al mismo tiempo que el amor

No se puede entrar demasiado rápido en el mundo de los demás, hay que filtrar, a menudo nos vamos de forma incauta diciendo sólo «cambio y cierro».

A pesar de las fisuras, o puede que precisamente por ellas, siento la conexión con mis raíces, la fuerza.