Protegida por mi magia, y ni siquiera las grandes sacerdotisas de Uildeir Murg lograrán atravesar mi mente para descubrir dónde se esconde. Jamás hablaré.
Karla Montalvoцитираминалата година
La traidora caminaba entre las filas de las mujeres, y ninguna se atrevía a hacerle da
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Perdóname, por favor —Eivia lo miraba entre lágrimas
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Las tropas de la diosa lo esperaban en las encrucijadas de Myra
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Antes de morir, ella me miró. Sabía que la había traicionado, y no podía comprenderlo —sollozó Eivia—. Jamás olvidaré sus ojos, Eidanth
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cuando los tuyos salgan de este sitio, sembrarán el horror sobre mi gente. Entonces, ni siquiera tú podrás controlarlos