Husserl es contundente en la contraposición entre las leyes naturales (psicología, astronomía, etcétera) como meramente fácticas (con mayor o menor grado de probabilidad) y las lógicas como independientes de todo hecho. Ninguna ley natural, dice, es cognoscible a priori; en cambio, todas las leyes lógicas son válidas a priori, en concreto, el principio de no contradicción y el silogismo en «bárbara» (las dos premisas y la consecuencia universales)