El autor fue encarcelado tras la toma de Ciudad Universitaria por el ejército en 1968. Durante su encierro, gracias al material que pudo introducir su esposa a la cárcel, realizó una serie de dibujos que plasman tanto el sufrimiento por el cautiverio, como su inquebrantable voluntad de lucha. A los dibujos con textos manuscritos los acompaña una edición del documento histórico «Conclusiones acusatorias, presentadas por el […] Agente del Ministerio Público Federal, el día 15 de diciembre de 1969», es decir la acusación oficial que mantuvo en prisión a los activistas capturados en 1968 por «invitación a la rebelión, asociación delictuosa, sedición, daño a la propiedad ajena, ataque a las vías de comunicación… y despojo».