La calidad de la democracia de un país está directamente relacionada con la capacidad de su ciudadanía para ejercer sus derechos y activar sus instituciones; y esta ciudadanía depende del desarrollo de las competencias individuales y colectivas. Aunque sea una verdad de Perogrullo: las democracias se desarrollan, consolidan y fortalecen cuando existe una mayoría de demócratas. Esto se vuelve especialmente relevante en un momento en que las llamadas democracias emergentes viven momentos decisivos para su futuro: Brasil y Colombia, entre otras, o bien no logran superar la dimensión electoral de la misma como México; mientras las democracias consolidadas: Gran Bretaña, Estados Unidos, de las más representativas, padecen inesperadas convulsiones por las decisiones que sus ciudadanos tomaron al momento de acudir a las urnas o viven tiempos de angustia: Francia, Austria, ante la posibilidad de que alternativas con propuestas autoritarias se conviertan en gobierno. El objetivo de este libro es contribuir al largo y complejo debate sobre la ciudadanía y la democracia, tanto a nivel teórico como en el pragmático y aplicado, que permita a las instituciones educativas, a las organizaciones de la sociedad civil e, incluso, a los individuos, tener herramientas que promuevan y faciliten la formación de ciudadanos cada vez mejor preparados para enfrentar los retos de la democracia.