Julia Quinn

Buscando esposa

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  • Yani Bogadoцитиравчера
    Los ojos de Lucy se deslizaron hasta un punto más allá de su hombro.
    —No hay nada que decir.
    —¿Qué te parece «te quiero»?
    —No digas eso —musitó ella.
    Gregory se acercó.
    —Te quiero.
    —Gregory, por favor.
    Se acercó aún más.
    —Te quiero.
  • Yani Bogadoцитираонзи ден
    La cara de él parecía estar más cerca cuando repitió:
    —No.
    —Es demasiado. —No podía dejar de mirarle, no podía apartar los ojos de los suyos, y, a pesar de que estaban casi pegados, seguía susurrando—: Es demasiado…
    Entonces sus labios… tocaron los de ella.
    En un beso.
    La había besado.
    A ella. A Lucy. Por primera vez, se trataba de ella. Ella estaba en el centro de su mundo. Aquella era su vida. Y aquello le estaba pasando a ella.
  • Ailen Varaцитирапреди 8 месеца
    Todos los días me maravillo de que hayáis llegado a adultos.

    —¿Temías que nos matáramos el uno al otro? —preguntó Gregory.

    —No, temía mataros con mis propias manos.
  • Ailen Varaцитирапреди 8 месеца
    —Todos los días me maravillo de que hayáis llegado a adultos.

    —¿Temías que nos matáramos el uno al otro? —preguntó Gregory.

    —No, temía mataros con mis propias manos.
  • Ailen Varaцитирапреди 8 месеца
    —Anthony ha sido un buen padre para mí —dijo Gregory, porque sabía que ello alegraría a su madre, pero también porque era cierto.
  • Ailen Varaцитирапреди 8 месеца
    —Es usted insufrible.

    Él la miró con aire travieso.

    —Es una de mis mejores cualidades.

    —¿Según quién?

    —Bueno, a mi madre parezco gustarle bastante —contestó él con modestia.
  • Kandren Ayaloцитирапреди 2 години
    El amor existía.

    Estaba justo allí, en el aire, en el viento, en el agua. Uno solo tenía que esperar.

    Que buscarlo.

    Y luchar por él.

    Y él lo haría. Dios era su testigo: lo haría.
  • Kandren Ayaloцитирапреди 2 години
    —Nos pertenecemos el uno al otro —dijo él—. Para toda la eternidad.
  • Abbie'sцитирапреди 3 години
    —Tú no lo entiendes —dijo Lucy.

    Pero los ojos de Hyacinth brillaban de furia.

    —Eres débil —siseó—. No te mereces a mi hermano.
  • Antoniaцитирапреди 3 години
    Ahora, eran sus compañeras. Dos pequeñas palabras.

    Te quiero.

    Jamás estaría sin ellas.

    Y eso era espléndido.
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