dice que todo el mundo sabe cuándo va a morir, da igual que sea por un cáncer, un infarto, un terremoto o los arrolle el tren. Laura dice que un rato antes lo saben, que actúan de un modo distinto, les invade una melancolía extraña, una especie de aceptación de lo que llega, como si fueran a emprender un viaje inevitable…