Pasión por la ignorancia

Sin ignorancia, el amor no existiría.

¿Qué significa ser estúpidos para protegernos? El término “estupidez protectora” fue acuñado por George Orwell en su novela distópica 1984, donde lo presenta como la estrategia del “paracrimen”. Según Orwell, se trata de “la facultad de parar, de cortar en seco, de un modo casi instintivo, antes de desembocar en cualquier pensamiento peligros

Cada época está marcada por su propia ignorancia

desarrollándose, les aseguró a sus compatriotas que “todo estaba bajo control”, que “el nuevo virus no era más peligroso que la gripe”, y que él tenía una “capacidad natural” para entender esta enfermedad.

hechos a medida que estos iban desarrollándose, les aseguró a sus compatriotas que “todo estaba bajo control”, que “el nuevo virus no era más peligroso que la gripe”, y que él tenía una “capacidad natural” para entender esta enfermedad.

A menudo celebramos la búsqueda de conocimiento; sin embargo, el deseo de no saber es igual de importante para nuestra supervivencia. Cerrar los ojos, no ver ciertas cosas y no recordar lo que nos causó dolor o nos cuesta procesar son estrategias que respaldamos con la misma pasión con la que respaldamos la búsqueda de conocimiento.

Mi prima Rachel, de Daphne du Maurier

La comprensión intelectual que brinda el conocimiento a veces no logra imponerse a ciertas angustias o creencias preexistentes.

A pesar de todo lo que nos ha enseñado la ciencia experimental, la gente suele entender su cuerpo en términos de lo que Aristóteles llama una “forma sustancial” (morphe)

Según él, “las familias de los desaparecidos son las mayores víctimas de esta guerra. No pueden ir a llorarlos a ninguna parte”. A ese duelo imposible lo llama “un genocidio perpetuado”. Ya no es un crimen contra los muertos, nos explica Mašović: “Este es un genocidio de los vivos”