De cómo dentro de una madriguera cabía un traje de astronauta. De las noches árabes, de las suyas y de las que descubrimos nuestras en cuanto asomamos a estas páginas. De los escritores muertos o modernos que desfilan, claros o velados, vivos todos. De bares y de vinos, incluido el de Abu Nuwas. Al abrigo de la chaqueta de Stevenson, y de estos versos, pasemos la noche.