Especies vagabundas ¿Una amenaza

plásticos concentrados en los océanos equivale a siete millones de toneladas.

Sexto/séptimo continente Vórtice de desechos del Pacífico norte. También se habla de un “continente de plástico”. Se calcula que la masa de

Jardín planetario Concepto creado por Gilles Clément, significa que la Tierra es, al igual que un jardín, un espacio cerrado y finito, que el ser humano puede recorrer y que, como buen jardinero, debe cuidar.

Especie Conjunto de individuos animales o vegetales (vivos o fósiles) parecidos por sus formas adultas y embrionarias y por su genotipo, que viven en contacto los unos con los otros, que se acoplan exclusivamente los unos con los otros y que permanecen indefinidamente fecundos entre sí.

Ecosistema Sistema formado por un entorno (biotopo) y por el conjunto de las especies (biocenosis) que viven, se alimentan y se reproducen en él.

Sabemos que un medio natural formado por numerosas especies con una fuerte diversidad genética es más adaptable que un sistema muy simple constituido por algunas especies con especificidades muy particulares.

Nuestra falta de conocimiento debe llevarnos a la prudencia, a ir con cuidado, a desconfiar de nuestras certezas. Por ejemplo, hay que dejar de creer que siempre habrá maíz en el suroeste de Francia y que siempre habrá agua para su riego. No debemos meter todo en el mismo saco, sea este el saco del carbono o el de la energía nuclear. No deberíamos plantar hoy los árboles que actualmente crecen en nuestro territorio —como, por ejemplo, el roble común—, pues sin duda no resistirán al cambio climático.

que dejar que esas transformaciones sucedan de la forma más natural posible?

Nuestro deber como jardineros consiste en adaptarse, en anticiparse a ese devenir incierto, en preparar esos cambios y en conseguir que tengan la menor incidencia posible? O, por el contrario, ¿tenemos

Lo que nos diferencia considerablemente de otras civilizaciones es este enorme distanciamiento de la naturaleza. El propio hecho de utilizar la palabra “naturaleza” es ya un extrañamiento, y estamos muy lejos de aquellas civilizaciones que casi se fusionaban con ella. Utilizamos herramientas que deberían permitirnos comprender la naturaleza con mucha precisión, pero, finalmente, estas instauran una distancia, no siempre sabemos utilizarlas correctamente y nos provocan la ilusión de que podemos controlar la naturaleza.

La visión de Hildegard von Bingen (una médica religiosa alemana del siglo XII) es la del ser humano situado en el centro del universo, visión que muchos compartieron hasta finales del siglo XIX, y que todavía hoy algunos siguen compartiendo. Creo que este punto de vista está totalmente superado. Debemos penetrar en la comprensión de los mecanismos de la naturaleza y esto es algo más fundamental que cualquier sentimiento de dominio de su complejidad.

Gilles Clément Cuando intentamos comprender los diferentes mecanismos de la naturaleza —como, por ejemplo, los intercambios entre plantas y animales, y la comunicación entre las plantas, lo que los científicos denominan las “fisuras de timidez”, que son las distancias que los árboles respetan entre sí—, se produce un verdadero aumento del conocimiento, y de ello podemos extraer saberes que nos sean útiles en la gestión del jardín planetario. No extraeríamos las mismas enseñanzas de la naturaleza si decidimos reproducir esas mismas fisuras de timidez en un vivero funcional. En un caso, depositamos nuestra confianza en la naturaleza e intentamos comprender cómo suceden las cosas dentro de esa complejidad y, en el otro, queremos controlarlo todo. Esta ilusión de control, cuyo resultado es la desaparición de todo, no puede continuar. Para ciertos científicos y arquitectos, es evidente que acabaremos construyendo sobre el hielo o bajo el agua; por ellos podemos seguir agotando el medio sin problema alguno. Sin embargo, para otros nos beneficiaría entender lo que ocurre, analizar la ingeniería de los seres vivos en lugar de traumatizarla. Estos puntos de vista son diametralmente opuestos.