Sus fábulas fueron publicadas en múltiples ediciones ilustradas. A mediados del siglo XVIII, se lanzó una edición en varios tomos, con grabados basados en diseños de Jean-Baptiste Oudry. En 1838 J. J. Grandville ilustró las fábulas, Gustave Doré hizo lo propio en 1867 y Benjamin Rabier lo haría a comienzos del siglo XX.