Escritos De Un Viejo Indecente

Dios, ¿no podría ser un cáncer, una angina de pecho, algo agradable y limpio? ¡Dios se ha cagado en mí, eso es, Dios me ha cagado encima!

T. Wolfe fue el peor escritor norteamericano de todos los tiempos,

ya no existo para las mujeres. en gran parte por culpa mía. no voy a bailes, fiestas. lecturas de poesía, love-ins y toda esa mierda. y allí es donde andan husmeando las putas

los veranos son más largos donde cuelgan los suicidas y las moscas comen tortitas de barro, es un famoso poeta de la calle de los años cincuenta y sigue vivo aún

este tipo se casó con una maestra de escuela que le atiza en el culo con una correa, una mujer horrible. no ha escrito ni una palabra desde que se casó. le tiene el alma enganchada ella en su coño-correa.

las mujeres exigen a veces cierto precio que ningún hombre está dispuesto a pagar; por otra parte, siempre hay otro imbécil que recogerá lo que tú has tirado, por lo cual no tienes por qué tener ninguna sensación de culpa o de deserción.

estaba Congelado. me ponían delante grandes cantidades de whisky y cerveza y vino. y lo bebía todo. nada podía emborracharme, de modo palpable y definitivo. los otros caían al suelo, se peleaban, cantaban, se tambaleaban y yo me quedaba tranquilamente sentado a la mesa bebiendo otro vaso, sintiéndome cada vez menos con ellos, sintiéndome perdido, pero no había en ello nada doloroso. sólo luz eléctrica y sonidos y cuerpos y poco más.

¿es posible amar a un ser humano?

claro, sobre todo si no los conoces demasiado bien.

algunas mañanas. con ciertos rayos de sol. el amor llega y se va sin avisar.

¿le quería ella?

sólo como una extensión de sí misma.

¿qué otra cosa puede ser el amor?