Este cambio de calendario es importante en más de un sentido. Marca el momento en el que Roma trueca definitivamente su arcaico calendario semi-lunar por un calendario solar mucho más preciso, indispensable a toda civilización que quiere progresar. Y, dado que está basado en una realidad objetiva, la del curso del Sol, el nacimiento del calendario juliano marca también el momento en el que los religiosos pierden el control sobre su estructura, abandonando al pasar una parte de su poder de manipulación del tiempo
Danielaцитирапреди 2 години
la puesta en marcha del calendario juliano, Julio César había fijado el 1 de enero como comienzo del año, para hacerlo coincidir con la fecha tradicional de toma de funciones de los cónsules romanos.
Danielaцитирапреди 2 години
Y eso porque el tiempo, tanto o más que el espacio, es un objeto político: hay que ocuparlo, poseerlo, para controlar mejor los espíritus
ABIGAILцитирапреди 2 години
Cada rey, cada noble pero también cada secretario o erudito religioso podía, en efecto, según el lugar, la época, su función, sus conocimientos e incluso, probablemente, según su humor, contar los años de acuerdo con referencias muy diversas
ABIGAILцитирапреди 2 години
en todas partes se utilizaban múltiples referencias, de manera un poco anárquica
ABIGAILцитирапреди 2 години
es la era cristiana, cuyo punto de partida es el año del nacimiento de Jesucristo. Pero este modo de ordenar la cronología no se impuso sino hasta muy tarde en la historia. En efecto, hubo que esperar hasta el final del siglo xvii para que su utilización se impusiera prácticamente en todas partes en el mundo cristiano
ABIGAILцитирапреди 2 години
es la era cristiana, cuyo punto de partida es el año del nacimiento de Jesucristo
ABIGAILцитирапреди 2 години
cambios de referencias temporales
ABIGAILцитирапреди 2 години
está basado en una realidad objetiva, la del curso del Sol
ABIGAILцитирапреди 2 години
los meses de quintilus y sextilus serán desbautizados para ser renombrados iulius (julio) y augustus (agosto) en homenaje a Julio César y a Augusto, primer emperador romano