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Pascal Quignard

Solidaridades Misteriosas

  • juancrossetteцитирапреди 4 години
    Caminar hace pensar. Cada paso argumenta. Cada rodilla que se alza, que empuja la sotana, que abre el aire, lleva una pregunta que se plantea, también ella, en el interior de la cabeza. Caminar traza algo en el lugar, abre algo en el tiempo
  • Mónica Díaz Garcíaцитирапреди 4 дни
    Mi cerebro meditaba con soltura, de forma flexible, sorprendente, rápida. Seguía teniendo miedo, pero ya no tenía miedo al miedo, incluso podía apoyarme en él, incluso podía contemplar el mundo tal como es, podía gustarme el frío, podía gustarme salir cuando está lloviendo a mares, podían gustarme las nubes bajas, podía gustarme el abandono, podía gustar de la soledad, apreciar el insomnio, amar la noche, adorar caminar por la noche sin meta. ¡Qué ribera más extraordinaria es el mundo cuando de repente se ha hecho inmenso, intrusivo, incomprensible, y completamente indiferente!
  • Mónica Díaz Garcíaцитирапреди 4 дни
    A ti, Claire, ¿te gusta estar sola?

    Claire está de pie, altísima, cada vez más bronceada, cada vez más rubia, por encima de la señora Ladon, minúscula, achaparrada, pálida, en su sillón tapizado de color naranja.

    Reflexiona.

    –Tómate tu tiempo, pequeña.

    –La verdad es que no lo sé, señora Ladon.

    –Entonces olvídate de mi estúpida pregunta.

    Claire se acerca a la puerta vidriera abierta.

    –Lo que sé es que he detestado ser huérfana y a la vez he detestado la vida en común. No soportaba vivir a las órdenes de mi marido y las exigencias de mis dos hijas. Pero, dicho esto, la verdad es que no sé si me gusta vivir sola. Creo que me fuerzo a creer que me gusta vivir sola.
  • Abigail Rodríguezцитирапреди 3 години
    Lo que sé es que he detestado ser huérfana y a la vez he detestado la vida en común
  • Abigail Rodríguezцитирапреди 3 години
    Todo está silencioso.
    Aún no hay saltamontes, mariposas, cigarras, abejas. Es como si oyeran su silencio. No hay viento. Todo está vacío.
  • Abigail Rodríguezцитирапреди 3 години
    Todas las calles eran escaleras. No podía circular ni un coche, ni un ciclomotor, ni una bicicleta, ni un triciclo, ni un patín. Era el pueblo más silencioso del mundo. Ni siquiera el ruido de una segadora de césped. No había espacio para cultivar ningún jardín, ni bastante tierra para que un arbusto echase raíces. De ahí que en todas las ventanas hubiera jardineras, pequeñas glicinas, jacintos de invierno, viejos geranios, pensamientos
  • Abigail Rodríguezцитирапреди 3 години
    Todas las calles eran escaleras. No podía circular ni un coche, ni un ciclomotor, ni una bicicleta, ni un triciclo, ni un patín. Era el pueblo más silencioso del mundo. Ni siquiera el ruido de una segadora de césped. No había espacio para cultivar ningún jardín, ni bastante tierra para que un arbusto echase raíces
  • Abigail Rodríguezцитирапреди 3 години
    Una vez llegó abajo, visto desde ahí, todo era pequeño, todo era mucho menos angustioso y menos invisible. Alzabas la cabeza, y veías un viejo puerto distribuido en pisos, al abrigo de los bandidos, de los aduaneros, de los ingleses, de los corsarios, de los gendarmes, de los alemanes, de los normandos, del viento
  • juancrossetteцитирапреди 4 години
    as heridas más vivas son las que no se pueden prever porque se ignora que existan, esas frente a las cuales uno no tiene nada para defenderse, las más irreconocibles, las que surgen en la línea fronteriza del origen.
  • juancrossetteцитирапреди 4 години
    adoro esas grandes playas de silencio en las que sólo me pertenezco a mí misma
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