La esperanza es esto. Es aceptar que no tengo que ser de un sitio o de otro, sino que puedo ser de los dos a la vez. Es creer que si me acepto así, quizá deje de sentirme fuera de sitio constantemente. Es aceptar mi historia para poder avanzar. Quizá sí que es tan sencillo como en las clases de italiano. Soy de Lima y de Barcelona. Soy peruana i sóc barcelonina. Y así con todo.