—Yo no quiero dormir, quiero hacer muchas pequeñas mini Emilie… —Se detiene frunciendo el ceño, aprovecho para llegar hasta agarrar su mano—. Me volvería loco, mejor mini Dominic.
—Entonces yo sería la loca.
—Quiero uno de cada uno, pero tú me odias, así que no me dejarás ponerlos dentro de tu vagina.
—¡Dominic! —regaño, mis mejillas llenándose de sangre.
—Y ella se sonroja en todas partes… Yo lo sé