Matías es testigo mudo del drama de su familia: un cuñado asesinado por un dealer, una hermana con la cara desfigurada por un tiro errado en un suicidio frustrado, una madre que apenas atina a tomar pastillas para dormir, un padre que luego de abusar de Matías durante años los abandonó para formar otra familia, y un hermano que después del asesinato del cuñado decidió viajar a Europa. Matías está atrapado en su casa y en su barrio, lindero con una villa controlada por delincuentes. Cuando un amigo le deja un gran paquete de cocaína para que se lo guarde, ve la oportunidad de huir. Mariana Enriquez ha escrito una novela de marginalidad y desolación, con un protagonista que está dispuesto a arriesgar todo lo que tiene para darle forma a su vida.