Será nuestro secreto

No sabía de dónde había sacado tanta osadía, pero estaba claro que su paso al frente venía con todas las consecuencias: o era aquí y ahora, o no lo sería nunca.

«Empieza por el principio —le dijo—. Cuando no sepas cómo contar una historia, simplemente empieza por el principio

Les diré: «Eh, chicos, será nuestro secreto, ¿vale?» —bromeó mientras rodeaba a Sarah con sus brazos y empezaba a depositar pequeños besos en la base de su cuello.

Por la razón que fuese, llámese destino o casualidad, se habían encontrado, y de ese encuentro había nacido una confusa relación que había desembocado en ese mutuo deseo. A partir de ese momento, con esa aceptación, todas sus reservas y miedos se esfumaron

que importa es cómo te hace sentirte. Y si sigues negándote lo que sientes, lo más probable es que acabes perdiéndola y esta vez será de verdad. ¿Es eso lo que quieres?

Lo que quiero decir con esto es que he intentado borrarte, Rachel. Lo he intentado con toda mi alma.
— ¿Y puedes?
—No lo sé. Pero nunca lo sabré si no me dejas intentarlo.

Las cosas eran más sencillas antes, cuando todo se resolvía a través de un teléfono fijo y nadie tenía que estar pendiente de aquel dichoso aparato cada pocos segundos.

Hacía tanto tiempo que no lloraba que algo dentro de ella se rompió y su cuerpo se estremeció en un estrepitoso llanto

Estamos intentando decirte que te olvides de etiquetar lo que sientes, pero dejes la puerta abierta, porque a lo mejor encuentras la respuesta a tu felicidad

Todos brindaron por ellos. Todos parecían felices por el inminente enlace. La única que no encontró ni un solo motivo para brindar fue Rachel Long, la novia.