Deidades menores

como un virus en estornudo.

ese pedazo de tierra perdido en la nada era mi hogar. Hogar no tiene que ser bello o interesante. Sólo es hogar. Y con el tiempo aprendes que es el mejor lugar.

¡Será una puta, pero fue el amor de mi vida!

Yo soy sólo un artesano calificado de las palabras.
—Me gustó… artesano calificado —

oy un humano como cualquier otro, mucho más corriente que común.

Deimos y Fobos, los espíritus del terror y el miedo que lo acompañaban en cada batalla. Los gemelos de la perversión.

—. Déjame decirte un secreto: no hay nuevas historias en el mundo. No puedes decir que vas a inventar algo nuevo. Todo ha sido dicho. El éxito radica en saber cómo platicar esas historias que ya todos conocen. Tú lees a un autor por cómo te narra, no por lo que narra

Todos tenemos historias. El secreto es saber contarlas… Antes, si lo hacías bien, podías salvarte de morir al entretener a tu señor con esas historias. Los reyes sabían apreciar a los buenos narradores…

Las historias mueren por inanición. Nadie las alimenta —

regresará. Siempre regresamos. Veme a mí, podía ir a cualquier lado del mundo, pero retorné a este lugar. Todavía no entiendo por qué —