La noche, con todas sus facetas y en compañía de la luna y las estrellas, se transforma en la musa que ilumina la mente y guía las manos hasta convertir un conjunto de ideas y sueños en palabras que solo buscan de manera desesperada posarse sobre el corazón perdido de la persona que dejó impregnado el amor incondicional en cada rincón del mundo en el que vive aquel que juro amarla por siempre.