Buenos Aires estafando a incautos para sobrevivir en un país que ha cambiado
para siempre. Y lo hacen a bordo de un automóvil tan fantasmal como ellos
mismos: El Justicialista.
Ambos buscan vengarse del destino, pero es posible que este también quiera una
revancha. Una metáfora donde la historia y la ficción se mezclan, con ritmo de
road movie.
Esta obra es una auténtica «máquina de narrar», que mereció en 2008 el lugar
de finalista en el Premio Clarín de Novela, cuyo jurado integraron José
Saramago, Rosa Montero, Juan Cruz y Alberto Manguel.