Todo lo que crece

Pienso también que los libros alumbran en la oscuridad.

Si dibujáramos un mapa desde la perspectiva de los peces, ¿cómo sería ese mundo?

veo lo que antes no había querido ver, percibo mi vida desde otro ángulo.

Escribir, me digo, es, a la vez, mentir y decir la verdad.

Pero quienes escribimos, ya se sabe, necesitamos palabras para nombrar.

En Hiroshima hay árboles que sobrevivieron a la bomba atómica. Los japoneses los llaman los hibakujumoku, y son un himno a la fuerza de la vida.

Aquí aprendí a perderme en la naturaleza y a refugiarme en los libros. Aquí me amaron, y aprendí a amar.

lloré hasta que comprendí que es más complejo despedirse de alguien con quien se tiene una relación difícil que de alguien con quien todo ha sido sencillo.

No llegamos. Nunca llegamos a tiempo. Los que vivimos lejos, en el otro hemisferio, si la agonía no es larga, no llegamos nunca a tiempo para acompañar a nuestros seres queridos hacia la muerte.

Pienso también que los libros alumbran en la oscuridad.