En las guerras no hay ganadores. Siempre hemos sabido las horrores a los que fue sometido el pueblo judío en la 2da guerra mundial pero nunca había escuchado de las penurias de los civiles alemanes durante y al finalizar la guerra. Está historia nos da a conocer la dura situación de todas estás familias alemanas que habitaban la zona de Prusia Oriental, más en específico de los niños que cruzaban hacía Lituania para trabajar en las granjas y poder llevar de regreso comida a sus familias que vivían de milagro en el duro invierno sin comida y siendo acosados por los soldados rusos que ya ocupaban todo el territorio alemán al finalizar la guerra.