Mindfulness para llevar

Busca algo bello, y deja que esa belleza, la calma y el placer que sientes hagan tu concentración más profunda todavía.

Recuerda que la meditación consiste en aprender, así que intenta ver qué puedes descubrir sobre lo que te distrae y lo que no

El primero es detectar el movimiento de la distracción antes de que esta llegue demasiado lejos

Eso vale tanto para el mindfulness como para cualquier habilidad que merezca la pena desarrollar o cualquier juego con el que queramos disfrutar

Trata de concentrarte mínimamente valiéndote de la respiración, y luego busca en ella cualquier aspecto que te resulte agradable y utilízalo para profundizar más en la concentración

buscar los aspectos más agradables o placenteros del objeto de nuestra meditación y utilizarlos como método para profundizar en la no distracción

Cuando aparezca una distracción, sé consciente de ella y mantente alerta para percibir el momento en que la mente se aleja

Acostúmbrate a ellas y, cada vez que notes que tu conciencia ya no descansa sobre la simplicidad de la respiración, haz que vuelva a ella

Aparecerá otra sensación que te distraiga o un pensamiento, una fantasía, la duda de si lo estás haciendo bien o de la forma más correcta… Eso es una distracción

Ya sabes que la forma en que respiras puede guardar relación con tu estado mental