¿Qué es el poder y cómo podemos detectar sus esferas de acción en el registro arqueológico? ¿Tiene el poder diversas instancias de representación? Desde una perspectiva weberiana, retomada por varios autores, como Shortman et al. (1996: 62) o Maisels (2010: 3), el poder se podría definir como la habilidad u oportunidad que tiene un hombre o grupo de hombres de realizar su voluntad (dirigir o beneficiarse de los actos de otros) en acciones sociales, incluso con la resistencia de otros actores. De manera más puntual, DeMarrais et al. (1996: 15) definen el poder social como la capacidad de controlar y administrar el trabajo, las actividades y las acciones de un grupo para obtener beneficios. Muy atinadamente para el tema de este volumen, estos autores delinean cuatro fuentes de poder: la económica, la política, la militar y la ideológica (o simbólica, según Bourdieu). De una manera más general y retomando a Giddens, Nielsen (1995: 49) señala que el poder es la habilidad que tiene un actor o actores de movilizar los recursos (objetos, información, etcétera) que constituyen la base de la acción, y esa capacidad es otorgada a dichos autores en virtud de su posición en la estructura social, misma que determina quién tiene la posibilidad de acceder a qué porción del “capital social” o grupo total de recursos producidos en la sociedad (artefactos, tierras arables, comportamientos, información, etcétera). Así, la coerción, aspecto privilegiado por la perspectiva weberiana, sería sólo uno de los aspectos de un concepto más general del poder.