ÚLTIMAMENTE viajo para vos.
Esta ciudad extraña, por ejemplo,
se me hace familiar
paseándola en tu nombre.
Ahora cae la nieve.
Es mentira, no cae,
pero te merecés
jugar con esos copos
que soñaste de niña en la ciudad
donde nunca nevaba.
Así que nieva, insisto,
y una niña divaga
alrededor de un poste.
Brincando hasta vos, madre,
quién cuidará de quién.