Se puede hacer que dos personas se atraigan, pero enamorarse depende sólo de ellos.
Tenía que haber una manera de que alguien tan obsesionado con el trabajo como Matt Burke se fijara en su enamorada secretaria, Sarah Morris. Quizá lo mejor fuera crear un admirador secreto que llenara a Sarah de regalos, y tampoco vendría mal una pequeña transformación que convirtiera a aquella chica de pueblo en una mujer sofisticada. Eso valdría para volver loco de celos… y de deseo hasta al hombre más pragmático del mundo.