El dinero siempre circula libremente en mi vida, y siempre hay un excedente Divino
Deja que esta sea tu oración diaria; escríbela en tu corazón: "Dios es la fuente de mi provisión. Ese suministro es mi suministro ahora. Sus riquezas fluyen hacia mí libremente, copiosa y abundantemente. Siempre soy consciente de mi verdadero valor. Doy de mis talentos libremente, y soy maravillosamente, divinamente compensado. ¡Gracias, Padre!”
Puedo hacer visibles mis ideas invisibles, impulsos, sueños y deseos, porque he descubierto una ley mental simple y universal.”