Mauricio Montiel Figueiras

aprender a diseñar escudos con ayuda de quienes realmente nos quieren

El principal aliado de la depresión es el silencio.

Comunicar lo que nos parece incomunicable, en cambio, empieza a liberarnos

La depresión crea la fantasía malévola de que estamos aislados de los demás; nos sentimos, en efecto, islas separadas salvajemente del continente. Recuperar la noción de pertenencia es uno de los objetivos esenciales en medio del naufragio que constituye el padecimiento

Las intermitencias en la conducta son otro de los síntomas centrales de la depresión. La persona deprimida es presa de una permanente fluctuación mental

El reajuste de la química cerebral es labor psiquiátrica, pero la recuperación del equilibrio con nuestro entorno es tarea de nuestra voluntad brutalmente dañada por el trastorno depresivo

La depresión es la principal productora de brechas existenciales

Estar atado a la cama mientras se pasa –mientras se tolera– la noche en blanco detona una angustia en verdad indescriptible. Imposible explicar el cúmulo de ideas nocivas que giran sin control en nuestra mente mientras permanecemos con los ojos fijos en un punto impreciso de la sombra

Nuestras peores pesadillas las vivimos despiertos; esa, según creo, es una de las lecciones más pavorosas de la depresión

Lo contrario de la depresión no es la felicidad, sino la vitalidad