virgen dentro de su madre,
una península
bajo sus senos,
convertida ahora en isla
rodeada por un mar de leche.
Un hijo crea un espacio
inédito dentro de su madre,
pantano de retazos de piel,
ladera de un monte sin divisorias,
campo donde caminar descalza.
Un hijo crea una pradera
nueva dentro de su madre.
Somos pasto de nuestros hijos.