Hyo-Seok Lee

  • Amelia Gonzálezцитирапреди 2 години
    Aunque la mañana en la montaña estaba silenciosa como animal soñoliento, se le podía oír respirar suavemente. La falda curva de la elevación era como el lomo de una vaca parda tumbada, y las hojas de los álamos, que tremolaban rápidas y sin descanso, aunque no había un soplo de viento, eran su respiración
fb2epub
Плъзнете и пуснете файловете си (не повече от 5 наведнъж)